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Aprendamos de la Luna

LA LUNA

Su fuerza gravitacional es la responsable de las estaciones y del ritmo ascendente y descendente de las mareas. Este movimiento ascendente y descendente es similar a la naturaleza del ser humano, consciente e inconsciente, emociones que suben y bajan, sensaciones de alegría y de sufrimiento. Su posición en la Carta Astral habla de respuestas instintivas, de reacciones emocionales, del destino que estamos obligados a aceptar como consecuencia de estas respuestas instintivas. Habla de deseos y de afectos.

Regente del signo de Cáncer, ella refleja el lado inconsciente del ser. Está íntimamente ligada con el hogar, la familia, los padres, la primera relación entre la madre y el hijo en el útero materno. Así mismo, con la patria, el sitio en donde se reside, el alma. La Luna está simbólicamenterepresenta por dos medias lunas. El semicírculo, que significa reencarnación del alma, simboliza el subconsciente, el pasado, lo femenino, las emociones, las raíces.

La Luna es asociada fisiológicamente con el estómago, las funciones del sistema digestivo, la linfa, los senos, el ciclo menstrual, el fluido sinovial, el páncreas y el sistema nervioso simpático. A través del tiempo el hombre ha comprobado su influencia en la agricultura, en la navegación y en la pesca, así como en los cambios repentinos de humor.
Lo primero que el hombre aprendió fue la relación que él tenía con el universo, la influencia que tenían los fenómenos celestes sobre él, sobre su actividad. Aprendió que existían periodos muy fríos donde no podía encontrar nada de comer y otros periodos muy cálidos donde la naturaleza prodigaba todo tipo de alimentos; así aprendió que era mejor guardar para cuando llegara el tiempo frío. Aprendió además que en el día salía un astro que calentaba y luego se ocultaba para darle paso a uno más suave que iba cambiando su cara y a la vez influía sobre su estado de ánimo; comenzó entonces a guiarse por estos fenómenos celestes que consideró mágicos.

Con el paso del tiempo hemos perdido esa observación. Reactivar ese conocimiento ancestral, reconocer los ciclos lunares, diferenciar influencias cuando ella se encuentra en un signo determinado, recibiendo un fuerte impacto energético de otro planeta que altera para bien o para mal nuestra cotidianidad, nos permitirá estar mejor preparados para tomar decisiones acertadas.

Al igual que la naturaleza, los seres humanos conocemos ciclos, épocas de progreso y de alcanzar metas pero también de crisis y de inestabilidad. Si contamos con herramientas que nos permitan saber cuándo se dan esos ciclos será innegable que estaremos mejor preparados para el camino que recorremos en la vida.