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2022

» El Ser humano que es verdaderamente libre no hace elecciones; él hace lo que tiene que hacer»

                                                       

Cuando de Urano se trata, nada es sencillo ni tranquilo; por el contrario, es como un relámpago estruendoso que nos saca de contexto sin que podamos hacer nada para evitar ser enceguecidos o aturdidos por su centelleante luz. Las experiencias con Urano son dinámicas, electrificantes; revolucionan y sacuden para ayudar a eliminar patrones que condicionan nuestra vida, incluso, los que provienen de la familia, sociedad y nuestro entorno más cercano.

En esta oportunidad, el 2022 se impregna de la energía de Urano, empujando a reevaluar lo que se ha vivido; ayudará a remover capa por capa hasta llegar a un estado de no condicionamiento, gracias a una individualización gradual; aunque no será nada fácil, ya que el planeta Saturno, desde Acuario, reactivará las tensiones internas, sino se hace nada por suprimirlas el ciclo se tornará profundamente insatisfecho, lo que puede conducir a la agresividad o depresión.

Al tomar conciencia de cuáles son nuestras limitaciones, cuando sabemos quién y qué podemos ser o no; logrando comprender que existen leyes que regulan la vida más allá de nuestra propia realidad, estamos transmutando todo. Hay que dedicarle tiempo al estudio de sí mismo y temas que convengan al desarrollo futuro; así pues, se torna importante dejar de lado lo que no es primordial, ya que muchos de los pasos que se den en este nuevo año serán fundamentales para el futuro material y/o espiritual. Recuerden, los recursos económicos vienen cambiando de mano; nuevas políticas económicas y crisis financieras mundiales, nada será igual en la economía de cada uno; la luz de Urano continuara iluminando cada rincón, sacando todo a la superficie.  Buen ciclo para poner en orden las cuentas o los asuntos económicos, especialmente, societarios, herencias y cuestiones legales. Iniciar el año con un Venus retrógrado en el signo de Capricornio, muy cerca a Plutón; además de la regencia de Saturno en Capricornio, hará que todos los individuos experimenten la causa y efecto de sus actos, más que en cualquier otra oportunidad, es decir, por fin se comprende que se debe ser responsable de cada acción.

Relaciones interpersonales y afectivas protectoras, crisis en las mismas, pruebas que facilitan desarrollar una gran comprensión humana; así pues, uno de los grandes aprendizajes del año será respetar la propia capacidad para conseguir las metas y los objetivos trazados. Si se quieren mantener buenas relaciones, se deben evitar los conflictos y aprender nuevas reglas de juego, porque cuando Venus y Plutón establecen relaciones armónicas, permiten mayor equilibrio de las emociones y los afectos. Los sentimientos pueden ser complejos, pero encuentran siempre una vía de expresión.

Urano nos coloca ante la posibilidad de mutaciones en el código genético —ADN y ARN—, transformaciones para la raza humana, debido a la urgente necesidad de adaptación a las condiciones cambiantes. Nuevas formas de vida; todo ello, acompañado de tecnologías que traerán avances en la medicina y creación de laboratorios para esas nuevas formas de vida. En cuanto a la salud, muchas actividades del sistema nervioso se tornan sensibles y delicadas, muchas de las enfermedades pueden ser de tipo psicosomático y de difícil diagnóstico. Nuevos virus y bacterias que se reproducen con mayor celeridad, pero también nuevas vacunas y productos preventivos.

Los movimientos de tierra, erupción de volcanes e inundaciones, serán una constante en los años venideros. ¿Cambio climático? Está por ver. Estamos ante la presencia invisible de nuevas especies, mantenemos una guerra interdimensional, que no es con armamento bélico. La nueva energía del cosmos nos invita a descifrar sus símbolos, nuevos estilos de vida, valores, relaciones y creencias, que se distinguen por ser muy diferentes a lo que está establecido. Para aquellas personas que aún están condicionadas por ellas mismas y su entorno, hagan un pare en el camino y evalúen objetivamente sus propias circunstancias; esa simple apertura permitirá que la energía uraniana los conecte con pensamientos diferentes, los cuales facilitan acceder a un crecimiento individual y desbloquear restricciones. Urano es uno de los primeros dioses de la mitología, impredecible, disruptivo, inesperado y revolucionario; representa el mito del caos, la fuerza primigenia e indiferenciada de la cual derivan todas las cosas. La energía del universo antes de la creación.

Con Urano como regente del año, es muy osado de parte del astrologo predecir su desenlace, pero de lo que si se puede estar seguro es que todo es diferente, nada será como antes.  Necesario que el relámpago despierte la consciencia en forma súbita para que el desarrollo no tome por sorpresa.